Sigue siendo todo un desafío migrar a la nube procesos críticos, datos, aplicaciones y activos digitales, además de equilibrar cargas de trabajo entre distintos proveedores. Antes de emprender la migración, los líderes IT deben evaluar las opciones de cloud que satisfagan sus demandas, elegir el enfoque correcto y decidir qué reconstruir y qué reutilizar. Aquí una guía indispensable proveniente de tres autoridades en el tema.
La computación en la nube jugó un papel crucial para impulsar la economía mundial, las cadenas de valor y el trabajo remoto durante los últimos dos años. Hoy se ha convertido en un objetivo fundamental para las empresas que buscan la innovación, la rentabilidad y la competitividad que genera la transformación digital.
En una sencilla analogía, sucede como cuando alguien se cambia de casa: el éxito de una buena mudanza reside en hacer un inventario, para saber qué objetos conservar en su estado actual, qué modernizar y qué tirar a la basura, para lo que es necesario involucrar a todos los miembros de la familia. Después vendrá la elección del proveedor (o proveedores) y el cuidado y la seguridad de las pertenencias; si se mantienen múltiples domicilios, saber qué mover a dónde, con qué frecuencia, y qué no mover.
Las 5 R
Para ayudar a las organizaciones a crear una base sólida sobre la cual construir una estrategia de migración a la nube, la firma de investigación Gartner identificó cinco patrones que se conocen comúnmente como las “5 R”:
- Realojar: Es la migración más simple que existe, ya que implica mover los activos digitales de un entorno a otro; sin embargo, la capacidad de la infraestructura podría ser una desventaja debido a la pérdida de los beneficios de escalabilidad de las características de la infraestructura de nube.
- Refactorizar: Se reutiliza el código y los marcos de trabajo ya existentes; en este caso, las aplicaciones se ejecutan en la infraestructura de un proveedor de nube. Entre sus inconvenientes está la falta de capacidades y el riesgo transitivo.
- Revisar: Implica asegurarse de que las aplicaciones sean compatibles con la nube; no obstante, es necesario indicar que comenzar un proyecto de desarrollo podría resultar costoso.
- Reconstruir: Implica reescribir y rediseñar la aplicación desde cero en la plataforma de un proveedor de PaaS. Desde luego, este proceso puede requerir mucha mano de obra de los desarrolladores.
- Reemplazar: Se refiere a la sustitución de una aplicación existente por software comercial entregado como un servicio, debido a que la tecnología puede resultar obsoleta. Aquí debemos considerar que reemplazar tiene sus deficiencias, como la semántica de datos inconsistente, los problemas de acceso a los datos y el bloqueo del proveedor.
La multinube híbrida es norma
De acuerdo con Héctor Takami, director regional de Dynatrace para México, existen diversas formas o estrategias de migrar a la nube, y cada opción ofrece diferentes capacidades, marcos de tiempo y beneficios. Las empresas pueden adoptar estrategias de migración basadas en infraestructura de nube como servicio (IaaS), plataforma como servicio (PaaS) y la función como servicio (FaaS).
En entrevista, Takami agregó que la adopción de la nube está tan extendida que la multinube híbrida es ahora la norma. El resultado de la multinube híbrida es la IT bimodal: la práctica de crear y ejecutar dos entornos de aplicaciones e infraestructura claramente diferentes. Sin embargo, indicó que, independiente de la estrategia que se implemente, las organizaciones deben asegurarse de que la aplicación sea adecuada para la nube y que el nuevo diseño y la arquitectura de la nube sean efectivos.
Desde la perspectiva del ejecutivo, el reto principal de la migración es considerar si se cambia de plataforma, realoja, refactoriza o se adopta un enfoque híbrido. La clave para una migración a la nube exitosa es comenzar con un plan sólido pero flexible, que cubra dos componentes clave:
- Una estrategia de migración, y cómo se aplicará a diferentes sistemas y aplicaciones.
- Su visión del nuevo sistema, basada en una evaluación de sus aplicaciones heredadas en condiciones reales, incluidas todas las dependencias y tecnologías subyacentes.
Entre los beneficios de una estrategia de migración a la nube, Takami mencionó el impulso de la innovación en los equipos de trabajo, mayor eficiencia y ventajas competitivas, máximo aprovechamiento de la automatización y la inteligencia, así como la mejora del desempeño general, una mayor agilidad y resiliencia a escala.
Preámbulos necesarios
Más allá de los enfoques de nube que se elijan, la firma de servicios de consultoría PwC destaca la importancia de implementar una estrategia nativa en la nube y la modernización de aplicaciones como proceso previo para una exitosa migración. PwC indica que muchas empresas abordan el desafío en todos los frentes: mediante estrategias de lift and shift al mismo tiempo que están reescribiendo una o más aplicaciones principales, y sin dejar de lado la generación de aplicaciones nativas de nube desde cero.
Juan Carlos Carrillo, director de Cybersecurity & Privacy Services en PwC México, comentó que el punto más importante para elegir la estrategia es considerar cómo la implementación de la nube se alinea con los objetivos de negocio. Además, señaló que es esencial no enfocarse únicamente en la reducción de costos, ya que en el mediano o largo plazo puede resultar más costoso.
Entre las ventajas de la migración al cloud, Carrillo mencionó la innovación y entrega más rápida de nuevos productos y servicios digitales, nuevas mentalidades que dan a la nube un rol destacado para el negocio, capacitación digital para todos los colaboradores, gestión del riesgo y generación de confianza.
Para el experto, la migración a la nube conlleva cinco desafíos clave para las empresas:
- Regulaciones sobre el control de los datos
- Ciberseguridad
- Dependencia de los proveedores
- Falta de conocimientos y habilidades
- Inversiones en centros de datos existentes
Además, señala que “si bien 74% de los líderes empresariales están involucrados en la estrategia de la nube, y muchos la ven como una plataforma para el crecimiento y la innovación, todavía 53% de las empresas no obtienen un valor sustancial de esta inversión”.
¿Y cómo iniciar el viaje de la migración a la nube? Antes de aventurarse, Carrillo sugiere a las organizaciones esta lista de verificación de 10 pasos:
- Establecer el rol arquitectónico de migración
- Elegir el nivel de integración en la nube
- Elegir entre una sola nube o múltiples nubes
- Establecer KPI en la nube
- Establecer líneas de base de rendimiento
- Priorizar los componentes de migración
- Realizar la reingeniería de procesos o de tecnología necesaria
- Crear un plan de migración de datos
- Cambiar la producción a la nube
- Revisar la asignación de recursos por proceso de negocio
Independiente del enfoque que utilice para migrar sus activos a la nube, Gartner, Dynatrace y PwC coinciden en que ninguna alternativa es garantía de éxito por sí sola. En necesario que los desarrolladores y arquitectos de software entiendan la migración desde múltiples perspectivas y criterios, y que haya un involucramiento y coordinación con la alta dirección y las áreas de negocios interesadas en el proceso.
Hoy, tratándose de la migración a cloud, aquella frase célebre del presidente y co-CEO de Salesforce, Marc Benioff, tiene más sentido que nunca: “Cuidado con las nubes falsas”.
