Durante su participación en la octava edición del IT Masters Forum, James Diorio, CEO de Tradecraft Capital, sostuvo que la convergencia entre blockchain y la inteligencia artificial (AI) no sólo transformará los negocios, sino que inaugurará un nuevo modelo económico: el de las economías autónomas, habilitadas por tecnologías que operan de forma descentralizada y sin intervención humana.
“Estamos entrando en la era de la autonomía, donde los datos sensados por dispositivos IoT serán analizados por AI, y las decisiones serán ejecutadas mediante blockchain y contratos inteligentes sin intervención humana”, afirmó Diorio. Esta integración permitirá la creación de empresas autodirigidas, en las que los agentes de AI tomarán decisiones tácticas y estratégicas, incluyendo negociaciones con proveedores y ejecución de pagos automatizados.
Según el ponente, blockchain es indispensable para dotar de confianza y trazabilidad a las interacciones entre máquinas. A diferencia de una base de datos tradicional, una blockchain es inmutable, transparente y descentralizada, lo que la hace ideal para validar identidades, registrar contratos y auditar operaciones en tiempo real.
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El rol de los contratos inteligentes y los tokens
Diorio explicó que los contratos inteligentes serán la herramienta clave para que los agentes de AI negocien condiciones y ejecuten acuerdos sin necesidad de intermediarios. Estos contratos, que operan sobre plataformas blockchain como Ethereum, permitirán automatizar desde procesos logísticos hasta la gestión de activos digitales.
“Los tokens son el combustible de la economía de las máquinas; permiten que las blockchain operen y que las máquinas intercambien valor sin fricción”, agregó. Aplicaciones como PEEK y BitTensor, mencionadas en su intervención, están construyendo infraestructuras blockchain para habilitar estas nuevas capacidades: desde identidades digitales hasta subredes especializadas en sectores como salud, manufactura o derecho.
Entre los casos de uso actuales mencionó iniciativas de Bosch para estaciones de carga de autos eléctricos que negocian entre sí autonomamente, y el uso de blockchain en procesos aduanales, logísticos y de movilidad como los que explora Lufthansa con identidades digitales.
Copilotos hoy, empresas autónomas mañana
El CEO de Tradecraft Capital expuso una hoja de ruta evolutiva en tres etapas: la economía de co-pilotos para 2030, donde AI asistirá a humanos en todas las áreas del negocio; las empresas autónomas en 2035, donde los sistemas tomarán decisiones de forma independiente bajo supervisión humana; y finalmente, las economías lideradas por máquinas en 2040.
“La autonomía es la ventaja competitiva definitiva. Las empresas que no adopten operaciones autónomas no podrán competir con las que sí lo hagan”, advirtió. El crecimiento exponencial de AI y su integración con tecnologías descentralizadas dará lugar a modelos de negocio imposibles de ejecutar bajo los paradigmas tradicionales.
Blockchain para contrarrestar el capitalismo de vigilancia
Más allá de la eficiencia operativa, Diorio señaló que blockchain también será fundamental para enfrentar los riesgos de un futuro dominado por la centralización de la AI. “Hoy las grandes plataformas controlan el conocimiento y deciden qué vemos. El blockchain puede devolvernos la neutralidad algorítmica, como una especie de Wikipedia avanzada y descentralizada”.
BitTensor, una red blockchain orientada a AI, permite que los nodos contribuyan datos y sean recompensados según la calidad de su aporte. Esta arquitectura sin una entidad central permite una inteligencia colectiva validada por consenso y resistencia a manipulaciones.
Adicionalmente, blockchain puede verificar la autenticidad de contenidos digitales, desde deepfakes hasta documentos oficiales. La identidad digital, el origen de los datos y su integridad en el tiempo pueden asegurarse con registros inmutables, lo que según Diorio será crucial para la confiabilidad de datos médicos, legales o de cadena de suministro.
Más allá de la disrupción: la oportunidad humana
Finalmente, Diorio invitó a la audiencia a ver esta transición como una oportunidad, no una amenaza. “Si las máquinas pueden encargarse de la producción y la toma de decisiones, podríamos recuperar algo que hemos perdido: el tiempo”. En lugar de competir con la AI, el camino será aprender a convivir con ella y enfocarse en lo que nos hace humanos: comunidad, creatividad y conexión.
