Amazon publicó sus primeros resultados financieros desde la desastrosa interrupción del servicio que sufrió su división de computación en la nube, dejando sin conexión a internet desde camas inteligentes hasta bancos.
A pesar de la interrupción global, Amazon Web Services (AWS) ha continuado creciendo y este trimestre registró un aumento de 20% en sus ingresos interanuales.
Wall Street estimaba que AWS alcanzaría los $32,420 millones de dólares en ventas netas durante el tercer trimestre, mientras que la compañía reportó ingresos reales de 33.000 millones de dólares.
«AWS está creciendo a un ritmo que no veíamos desde 2022», declaró el CEO Andy Jassy en un comunicado que acompañaba al informe de resultados.
Los sólidos resultados del tercer trimestre, que superaron las expectativas de los analistas, impulsaron las acciones de la compañía a un alza de aproximadamente el 9 % en las operaciones posteriores al cierre de la bolsa.
El informe de resultados puso de manifiesto el deseo de Amazon de competir con otras empresas que han sabido capitalizar de forma más agresiva el auge de la inteligencia artificial (AI).
Las acciones de Amazon se han quedado rezagadas con respecto a algunos de sus rivales en el sector tecnológico, y su negocio de comercio electrónico ha sido más susceptible a los efectos de las drásticas e impredecibles políticas arancelarias de la administración Trump que las empresas más centradas en el software.
La compañía tecnológica, valorada en unos 2,4 billones de dólares, reveló que superó con creces las expectativas de Wall Street gracias al crecimiento de sus servicios de computación en la nube.
Los analistas de mercado habían pronosticado que Amazon reportaría ganancias por acción de 1,58 dólares e ingresos netos por ventas de 177.820 millones de dólares. La compañía alcanzó ingresos de 180.170 millones de dólares y ganancias por acción de 1,95 dólares.
AWS se ha enfrentado a una creciente competencia de proveedores alternativos como Google Cloud y Microsoft Azure, cuya alianza con OpenAI y los informes de un fuerte crecimiento en su negocio en la nube han impulsado el precio de sus acciones.
Sin embargo, AWS sigue siendo un pilar fundamental de gran parte del internet moderno, y una demostración involuntaria de su poder tuvo lugar a principios de este mes cuando una falla en la computación en la nube de la compañía dejó fuera de servicio sitios web, aplicaciones, productos tecnológicos y sistemas de comunicación críticos, como los historiales clínicos electrónicos. La interrupción afectó a millones de personas y duró horas, lo que subraya la dependencia de muchos aspectos de la vida cotidiana de los productos de Amazon.
Durante la presentación de resultados, los ejecutivos de Amazon destacaron la incorporación de herramientas de AI, como el asistente de compras Rufus, a sus plataformas y servicios. También mencionaron los esfuerzos para expandir su negocio de robotaxis Zoox, afirmando que comenzarían a probar el servicio de conducción autónoma en Washington D.C. a finales de este año.
En la sede de Amazon, la compañía confirmó a principios de esta semana sus planes para despedir a 14.000 empleados corporativos, y se esperan más recortes de personal en toda la empresa. La empresa tecnológica anunció públicamente los recortes en una publicación en su sitio web titulada «Manteniéndonos ágiles y fortaleciendo nuestras organizaciones», donde hacía referencia a los avances en AI y afirmaba que la empresa quería «operar como la startup más grande del mundo».
«Lo que debemos recordar es que el mundo está cambiando rápidamente», afirmaba la publicación de Amazon. «Esta generación de GenAI es la tecnología más transformadora que hemos visto desde Internet, y está permitiendo a las empresas innovar mucho más rápido que nunca».
Jassy sugirió en una publicación de blog a principios de este año que las inversiones de la empresa en AI significarían que Amazon necesitaría «menos personas para algunos de los trabajos que se realizan hoy».
Sin embargo, durante la conferencia telefónica con inversores, Jassy negó que los despidos masivos se debieran a la AI y, en cambio, afirmó que eran resultado de la «cultura», diciendo que la empresa estaba tratando de enfatizar una operación más flexible, al estilo de una startup.
“El anuncio que hicimos hace unos días no se basó realmente en motivos financieros, ni siquiera en la inteligencia artificial, al menos no ahora. Se trata realmente de cultura”, dijo Jassy.







