Aunque se creó unos años antes de que el mundo entrara en confinamiento, los ciber delincuentes aprovecharon el juego Among Us en plena pandemia mejor que nadie. La amenaza interna es muy real, difícil de detectar y resulta un verdadero desafío equilibrar los flujos de trabajo diarios con la seguridad estricta y siempre activa. Todo es diversión y juegos, hasta que uno se enfrenta a un impostor.