Oracle prevé que sus gastos de capital para el año fiscal 2026 sean $15,000 millones de dólares (mdd) superiores a lo previsto, ya que el negocio de bases de datos en la nube invierte para adaptarse a las cargas de trabajo de la intelige ncia artificial (AI, por sus siglas en inglés).
La razón de Oracle para este gasto adicional es el crecimiento de sus Obligaciones de Cumplimiento Pendientes (RPO, por sus siglas en inglés), servicios que sus clientes han contratado para consumir pero que aún no han pagado.
Durante la presentación de resultados del segundo trimestre fiscal de 2026, el CFO principal de Oracle Doug Kehring, declaró: “Dado el RPO adicional de este trimestre, que se puede monetizar rápidamente a partir del próximo año, ahora esperamos que el gasto de capital del año fiscal 2026 sea aproximadamente $15,000 mdd superior al previsto después del primer trimestre”.
Oracle informó que su cartera de órdenes aumentó en $68,000 millones de dólares en el trimestre finalizado el 30 de noviembre, impulsada por los compromisos de Meta y Nvidia, y ahora asciende a $523,000 mdd.
El negocio asegurado ofrece una cobertura contra la dependencia de Oracle de OpenAI, que —según se informa— pretende pagar $300,000 millones de dólares a Oracle en los próximos cinco años, a pesar de no haber obtenido beneficios.
El negocio de bases de datos también experimentó un crecimiento significativo en sus costes de reestructuración, que alcanzaron los $406 mdd en el trimestre, un aumento del 387% interanual, pero unos pocos millones menos que los $415 millones reconocidos en el primer trimestre fiscal de 2026.
El desembolso se atribuye principalmente a los despidos y las indemnizaciones derivadas del Plan de Reestructuración Fiscal 2026 de la compañía, de $1,600 mdd.
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Unos resultados insuficientes para Wall Street
En total, Oracle registró unos ingresos de $16,100 millones, un 14% más interanual, con un BPA de $2.10 dólares, un aumento de 91%.
Por segmento: los ingresos por nube fueron de $8,000 millones (34% más); los ingresos por infraestructura en la nube fueron de $4,100 millones (68% más); los ingresos por aplicaciones en la nube fueron de $3,900 millones (11% más); los ingresos por fusión en la nube fueron de $1,100 millones, un aumento de 18%, y los ingresos por ERP en la nube de NetSuite fueron de $1,000 millones, un crecimiento del 13%.
Estas cifras resultaron insuficientes para los inversores, cuyo descontento provocó una caída del precio de las acciones de más de 11% en las operaciones posteriores al cierre.
En noviembre, Oracle sufrió una caída bursátil aún mayor: sus acciones cayeron 23%. Comenzaron el mes en torno a los $250 dólares y terminaron en torno a los $200.
Esto parece deberse en gran medida a la preocupación por la cantidad de deuda que Oracle ha asumido para financiar su desarrollo de AI, una apuesta financiera suficiente para que la firma financiera Morgan Stanley abogara por una venta en corto de las acciones de Oracle.
Oracle aún ve varias opciones
Kehring intentó calmar a los inversores durante la presentación de resultados insistiendo en que la compañía puede acceder a capital de diversas fuentes, como bonos públicos, bancos y mercados de deuda privada.
“Además, existen otras opciones de financiación: los clientes pueden traer sus propios chips para instalarlos en nuestros centros de datos y los proveedores pueden alquilarlos en lugar de venderlos”, explicó.
Y añadió que “ambas opciones permiten a Oracle sincronizar nuestros pagos con nuestros ingresos y obtener financiamiento significativamente menor de lo previsto. Como principio fundamental, esperamos y nos comprometemos a mantener nuestra calificación de deuda de grado de inversión”.
Las acciones de Oracle siguen subiendo alrededor de 20 % en lo que va del año, prácticamente al mismo nivel que el Nasdaq.
