Los de Mountain View compraron la suite para desarrollo de aplicaciones móviles de Twitter, Fabric. Fue en el 2014, cuando la red social presentó este ambicioso proyectos de frameworks modulares y multiplataforma, hoy propiedad de Google.
El acuerdo incluyó la herramienta de reporte de fallos, Crashlytics; herramienta para medición de crecimiento y retención, Answers by Crashlytics; Digits SMS para acceso al sistema y el sistema de desarrollo automático, FastLane.
Actualmente, la herramienta de desarrollo modular de Twitter tiene un universo de 580,000 desarrolladores, y ahora sirve en aplicaciones que alcanzan 2,500 millones de usuarios. A pesar del éxito, la situación financiera de la red social de microblogging le impide mantener divisiones no estratégicas.
En el reporte financiero del tercer trimestre de Twitter, la compañía superó las expectativas de los inversionistas al generar 8% más ingresos contra el mismo período del 2015 ($616 millones de dólares). Sin embargo, el recorte del 9% de su fuerza laboral pone entredicho el crecimiento de la firma con sede en San Francisco, y a esto se suma la venta de Fabric.
Los rumores de venta de Twitter no se detienen, e incluso las previsiones de distintas consultoras especializadas en tecnología, como Strategy Analytics, apuntan a que la compañía liderada por Jack Dorsey será vendida en el primer trimestre del 2017.
En cuanto a Fabric, los de Mountain View explicaron que ellos tomarán control de la operación de la plataforma de desarrollo y herramientas, y que los desarrolladores no experimentarán ningún cambio.
