Las acciones de Intel cerraron con una caída de 6.4% el viernes, un día después de que la compañía reportara resultados trimestrales y anuales a la baja. Antes de la apertura de los mercados, caían casi 11%.
Los números trimestrales del fabricante de chips registraron una disminución en ingresos de 32% con respecto al año anterior y una pérdida neta de $664 millones de dólares para el cuarto trimestre de 2022. Los datos tomaron por sorpresa tanto a los analistas como a los inversores.
No se espera que los problemas de Intel, que incluyen un exceso de chips y el debilitamiento de la demanda de fábricas que presionan su margen, terminen pronto.
“Si bien sabemos que esta dinámica se revertirá, predecir cuándo es difícil”, dijo el CEO de Intel, Pat Gelsinger, a los analistas. Las acciones de Intel han caído más de 46% desde su máximo en las últimas 52 semanas.
La compañía apunta a una pérdida neta ajustada de 15 centavos por acción para el próximo trimestre. Los analistas fueron más agresivos al reducir los objetivos de precios casi en todos los ámbitos.
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