La ventana de 40 días que Broadcom dio a VMware para solicitar, recibir, evaluar y potencialmente negociar otras ofertas de compra —conocida como la disposición go-shop— concluyó el martes sin que se conociera otro propuesta para ser adquirida.
La junta directiva del pionero de la virtualización, así como el mayor accionista y presidente de la junta, Michael Dell, aprobaron la fusión propuesta, bajo la condición de que no se presentara una mejor oferta, lo cual no se produjo durante este periodo.
Broadcom se comprometió a cerrar el trato dentro del año fiscal 2023, lo que le da al fabricante de microprocesadores 15 meses, o hasta el 29 de octubre de 2023, para lograrlo.
Mientras tanto, la empresa tiene que ganarse los corazones y las mentes del ecosistema de VMware.
Muchos proveedores de soluciones han dicho que les resulta difícil ver a Broadcom como un socio comercial, cuando ha dejado claro a través de sus propias declaraciones que, hasta ahora, debe su éxito en el negocio del software a centrarse únicamente en los principales clientes.
El CEO de HPE, Antonio Neri, expresó su preocupación por el acuerdo días después de que se dio a conocer.
Sandy Hogan, líder de canales en VMWare, se va previo a que se concrete compra
Acuerdo Broadcom-VMware aún enfrenta obstáculos
A pesar de que no hubo otra oferta de compra, el acuerdo de $61,000 millones de dólares aún debe superar los obstáculos regulatorios en los Estados Unidos y la Unión Europea.
En Bruselas, las autoridades antimonopolio optaron por emprender una investigación más seria de “fase dos” después de que los grupos comerciales estuvieran preocupados por posibles prácticas anticompetitivas en caso de que Broadcom y VMware se unieran, según un reporte del Financial Times.
Se especula que ese mismo tipo de investigación terminó con el trato entre NVidea y ARM, al agregar una extensión significativa a la línea de tiempo.
