Por Gabriel Bravo, director comercial de VU México
Ya ha pasado más de un año desde que la vida de las personas en todo el mundo cambió por completo. En este nuevo entorno hiperconectado, proteger la identidad digital es fundamental para todos, ya que mantener al menos los estándares mínimos de ciberseguridad será cada vez más trascendente conforme pasen los años.
Aunque parezca un hecho consumado mantenerse protegido ante los criminales cibernéticos, aún existen personas e incluso empresas que no han tomado en serio la protección de la identidad digital y dan por sentado que ese tipo de problemas nunca ocurrirán. Los ciberataques son considerados hechos aislados que sólo lo sufren las personas famosas, de cargos públicos importantes o corporaciones multinacionales al otro lado del mundo.
De acuerdo con un análisis, la tendencia del trabajo remoto y el aprendizaje remoto es aprovechado por los criminales cibernéticos para centrar sus ataques en obtener información privada de los ciudadanos. La tendencia de realizar la mayoría de nuestras actividades en línea se mantendrá aún más a futuro, lo que significa tierra fértil para que los ciberdelincuentes continúen sus campañas de fraude, robo y extorsión.
En pocas palabras los ciudadanos siguen sin pensar en su seguridad digital a la hora de crear una cuenta en alguna red social o acceder de forma remota a una cuenta laboral. Eso abre la posibilidad para que cualquier persona esté a merced de los ciberdelincuentes.
Mayor control de la información
La identidad digital está dividida entre todas las cuentas que las personas manejan. No son el mismo en Facebook, en LinkedIn, en Instagram o incluso en su cuenta bancaria. Eso los hace perder el control sobre la información que comparten y los vuelve más vulnerables a los ataques en este nuevo entorno hiperconectado.
Ese descontrol de la información, y por ende de la identidad digital, cobra mayor relevancia en la actualidad cuando el auge del cloud computing está conectando a millones de usuarios y compañías alrededor del mundo.
Una tendencia que también ha aumentado es la urgencia en torno a la seguridad de datos y el cumplimiento con la regulación vigente. Es aquí donde ser consciente del valor de la información que compartimos en la nube y de las medidas de seguridad que se deben sumar, es clave para evitar dolores de cabeza tanto a corto como a largo plazo. Una empresa puede tener el mejor sistema de seguridad y protección de datos pero, en definitiva, son las personas quienes deben tomar los recaudos necesarios a la hora de manejar la información en una nube privada o pública.
En ese sentido, un estudio de IBM muestra que el ransomware es el tipo de amenaza principal, que comprende 23% de los ataques. El ransomware Sodinokibi (REvil) por ejemplo obtuvo un beneficio estimado de $123 millones de dólares, calculado de forma conservadora.
Para evitar esas amenazas, es necesario que las personas profundicen en la concientización sobre que esta problemática permea todos los aspectos de la vida y los segmentos de negocio, empresas y organizaciones, sin distinción de tamaño o si son del ámbito público o privado.
Una regla sencilla para evitar esas amenazas, es que los ciudadanos recuerden siempre que nunca deben poner información en las redes sociales o en cualquier otro sitio, que no pondrían en la puerta de su casa, para tener así, un mayor control de su identidad digital. Pero cómo sabes que eso nunca ocurre u ocurre en el menor de los casos, es necesario acercarse a profesionales en la materia para proteger de una vez por todas nuestra propia identidad.
Mantener a salvo la identidad digital
En este nuevo entorno hiperconectado existen soluciones que trabajan por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, construyendo experiencias digitales seguras y sin fricción, para mantener a salvo la identidad digital. Las medidas de seguridad que utilizan son las más óptimas para el usuario por su capacidad de afrontar cualquier amenaza.
La pandemia fue un parteaguas en el tema de la vida digital de los países y México no es la excepción. Antes de la pandemia la interacción remota que había, sobre todo en las grandes organizaciones como las armadoras de autos, las empresas de tecnología tenían interacción remota digital, pero era lo menos. Hoy, el 90% de los negocios y de la interacción incluso entre amigos y familia es digital.
La función de la identidad descentralizada digital es una innovación que promete reestructurar por completo el paradigma actual, ya que proporciona a los usuarios la propiedad y control de su identidad digital. Tener una identidad digital segura, sin ser intrusivos es parte elemental de la actualidad del mundo que nos rodea.
Este tipo de soluciones acercan las herramientas para proteger la identidad digital, ya que es factor clave de la ciberseguridad para los ciudadanos de calle en esta nueva realidad hiperconectada, donde las vulnerabilidades crecen día con día e incluso minuto a minuto.
