En medio del pleito entre Elon Musk y Twitter por las cuentas de spam, un perfil falso en la red social difundió en tres idiomas que el Papa emérito Benedicto XVI había fallecido el lunes. La noticia fue tomada como verídica por distintos medios de comunicación, pese a que después se desmintió.
Georg Bätzing, quien ha sido obispo de Limburgo desde 2016, fue víctima de una suplantación de identidad, pues se le creó un perfil en Twitter con su nombre, cargo y fotografía.
La biografía de la cuenta @BischofBatzing, que apenas rebasaba los 14,000 seguidores y que ya fue eliminada, señalaba que se trataba de la “cuenta oficial” del presidente de la Conferencia Episcopal Alemana Obispo de Limburg; sin embargo, no estaba verificada; es decir, no contaba con una paloma azul a lado del nombre.
La red social tiene tres criterios para verificar una cuenta: autenticidad, relevancia o actividad. Las cuentas de parodia, mascotas, admiradores o personajes ficticios, entre otras, no pueden ser verificadas.
Tanto El Vaticano (@VaticanNews_es) como el Papa Francisco (@Pontifex_es) tiene perfiles verificados en la red social y ninguno confirmó la noticia.
Después de las tres publicaciones que se referían a la presunta muerte de Joseph Ratzinger, en el perfil se publicó en español, inglés y alemán un mensaje en el que se admitía su falsedad: “Cuenta falsa creada por el periodista italiano Tommasso Debenedetti”.
Debenedetti es un escritor italiano, quien se autoproclama como el campeón en la mentira en ese país. Se dedica a la publicación de noticias falsas, como una presunta entrevista al líder de la Unión Soviética, Mijael Gorbachov o el Dalai Lama.