Aunque la aviación y la ciberseguridad parecen muy diferentes, para Jeff Skiles, quien en enero de 2009 fue copiloto del vuelo 1549 de US Airways que aterrizó en el río Hudson (Nueva York), hay similitudes entre el trabajo dentro de una cabina de avión y la defensa de sistemas.
“Ambos trabajamos en ambientes donde interrupciones repentinas requieren acción inmediata y coordinada”, dijo durante su participación hace unas semanas en la apertura del Illumination Summit, de la firma de ciberseguridad Lumu.
El actual piloto de American Airlines comentó que en ambas industrias “no hay un margen de error aceptable. Incluso una tasa de fracaso del 1% es inaceptable. Y, a nivel personal, trabajamos en industrias en las que toda nuestra carrera puede juzgarse por el desempeño de un momento o, en mi caso, 208 segundos”.
El capitán Chesley Sullenberger, junto a Skiles, tuvo casi tres minutos y medio, desde que impactaron con una parvada de gansos canadienses hasta que acuatizaron en el río Hudson, para tomar decisiones a fin de evitar una tragedia y salvar vidas.
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